Cómo Hacer un Graffiti de Manera Profesional: 5 Pasos Clave
Graffitis Faciles
Si estás dando tus primeros pasos en el mundo del graffiti y deseas aprender cómo hacerlo de manera profesional, este artículo te proporcionará 5 sencillos pasos que te serán de gran utilidad en tu proceso creativo al pintar unO en una pared.
Estos pasos son aplicables tanto si estás creando un mural de graffiti como si estás enfocado en las letras del o incluso si estás explorando una vertiente más artística del arte callejero. En nuestra experiencia personal, siempre seguimos estas pautas al realizar un graffiti profesional, especialmente en lo que respecta al dibujo inicial y la posterior pintura.
1. Dibujar en Papel – El Boceto
El primer paso crucial para hacer un graffiti es realizar bocetos y dibujos en papel. Esto es esencial para establecer tu estilo personal y destacar en el mundo del graffiti. Puedes tener inclinaciones artísticas hacia diversos tipos, como letras, dibujos, realismo, paisajes o arte callejero. Hoy en día, existe una amplia variedad de tendencias y estilos en el , además de los estilos clásicos de letras.
2. Define Tu Estilo a Través de Dibujos de Graffiti
Una vez que hayas realizado suficientes bocetos y tengas una idea clara de tus preferencias, es hora de definir tu propio estilo. Tu estilo será tu firma distintiva, y las personas identificarán automáticamente tus composiciones, colores, letras y trazos como tuyos. Este estilo evolucionará con el tiempo a medida que practiques y te inspires en otros grafiteros y artistas.
3. Elije los Sprays Adecuados
Seleccionar aerosoles de pintura de calidad es otro factor importante a considerar al hacer un graffiti, aunque no determinarán la calidad de tu trabajo. Con el tiempo, verás que cualquier aerosol puede ser efectivo, ya que la técnica mejora con la práctica. En nuestro caso, preferimos los aerosoles Molotow, que ofrecen calidad y durabilidad en diversas superficies.
4. Cómo Hacer en Paredes – Del Boceto a la Pared
Una vez que tengas tu boceto y selecciones los aerosoles, es hora de pasar a la acción. La elección del lugar es crucial. Marca el boceto en la pared con un tono de spray suave para evitar marcas permanentes. Mantén una distancia de aproximadamente 20 cm al aplicar la pintura y considera usar diferentes técnicas para crear efectos deseados.
5. Fotografía y Comparte tu Graffiti
Finalizado, es importante documentar tu obra mediante fotografías, ya que el graffiti es efímero y las fotos preservarán tu creación. Comparte tu trabajo en redes sociales como Instagram para llegar a una audiencia más amplia y obtener reconocimiento por tu talento. Graffitis Faciles
Ahora que conoces estos pasos clave sobre cómo hacer un graffiti de manera profesional, es hora de ponerlos en práctica y seguir mejorando. La práctica constante te llevará a perfeccionar tu técnica y estilo. ¡Atrévete a explorar tu creatividad y destacar en el emocionante mundo.
Los grafitis, como producto cultural, nacen en Estados Unidos, específicamente en el barrio de Bronx en Nueva York, donde a finales de los años sesenta encontraron sus superficies de inscripción más reconocibles. Ese lugar era poblado principalmente por inmigrantes afroamericanos y latinos, que convivían bajo la marginalidad de la pobreza y la violencia de las pandillas en la ciudad. A partir del malestar y la rebeldía, los jóvenes de esa época comenzaron a desarrollar una serie de expresiones culturales en torno a la crítica social y la vida en las calles, denominada cultura hip hop, que reúne hasta el día de hoy un estilo de vestimenta, música, baile (break dance) y un despliegue gráfico en muros, vehículos e inmobiliario público.
Los grafitis son, en términos generales, escritos deformados y estetizados que dejan registro del nombre de su autor, también denominado tag. Se realizan principalmente con pintura en aerosol, haciendo en algunos casos variaciones con látex, esmaltes e incluso plumones.
La cultura del grafiti llega a Chile a mediados de los años ochenta, debido a la expansión de la cultura estadounidense a través del cine, las revistas y la televisión abierta. De ahí en adelante, los grupos de grafiteros o crews chilenos se fueron popularizando, llenando las calles no solo de tags y escritos, sino también de representaciones de personas, lugares y animales, rememorando en cierta medida las prácticas de las brigadas muralistas en Chile.
En el contexto nacional, los grafitis y murales surgen como manifestaciones de apropiación de la ciudad. Esta acción intrínsecamente política reviste una actitud de rebeldía en la que las intervenciones se abren su propio espacio, demarcando un territorio físico y simbólico. La necesidad de establecer este vínculo con la ciudad se entiende como una manera de expropiar las superficies comunes para superponer una huella, que adquiere sentido fundamentalmente a partir de esa voluntad
original de apropiación. De esta manera, el gesto del grafiti trasciende la autoría personal o grupal, cambiando el aspecto de la ciudad a una estética popular, en la que la manifestación transgresora -contra la pulcritud, embellecimiento y orden de la ciudad- asienta las bases simbólicas para leer e interpretar estas «intromisiones» en el espacio.